Las auroras polares son la manifestación más clara de que el planeta en realidad está vivo. Gracias a la composición de la Tierra y su interacciones físicas con el campo magnético aparecen las fulgurantes luces que serpentean en la bóveda celeste. Son tan hermosas como complejas y, de hecho, existen más de un tipo de estas. Y si los científicos pensaban que lo conocían todo sobre este fenómeno, se acaba de descubrir que no es así. Gracias a un video grabado en 2002, investigadores acaban de identificar un nuevo tipo de aurora que era desconocida hasta hoy.
En marzo de 2002 el físico David Knudsen acudió a Canadá para grabar las hermosas auroras boreales. Mientras filmaba el fenómeno natural, notó algo extraordinario aunque su idea quedó flotando en el aire y nunca pasó de ahí. Casi dos décadas después, su video ha sido estudiado con gran delicadeza por un equipo de físicos de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos. Gracias a esto lograron identificar un nuevo tipo de aurora que se presenta durante las auroras difusas, mediante el fenómeno recién descubierto que los investigadores nombraron “borradores aurorales difusos”.
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Borradores aurorales difusos
El nuevo tipo de aurora se caracteriza por presentarse en cuatro fases, la primera (inicial) exhibe auroras difusas regulares. Luego inicia la fase de brillo, donde una franja auroral de este a oeste se ilumina rápidamente. Enseguida aparece el fenómeno de borrador, donde la raya se atenúa por debajo de su estado inicial. Y finalmente culmina con la fase de recuperación, donde la aurora difusa vuelve a su brillo original.
Los investigadores no entienden todavía qué causó este tipo de aurora recién descubierta, ni tampoco tienen datos de con qué regularidad se presenta. Pero resulta increíble que durante largos años, desde que conocemos la física detrás de las auroras, no se identificara este tipo de borradores aurorales difusos.
El vídeo se grabó hace más de dos décadas en Churchill, una ciudad ubicada al norte de Manitoba, Canadá. El autor de dicha filmación, Knudsen, supo que algo extraordinario sucedió aquella noche, no obstante, no pudo explicar qué era ni mucho menos imaginarse que se trataba de un tipo específico de aurora. Por fortuna su cámara resultó lo suficientemente sensible como para captar el fondo auroral difuso y los periódicos oscurecimientos de las luces.
“Sabía que había algo ahí. Sabía que era diferente y único. Tenía algunas ideas sobre cómo analizarlo, pero todavía no lo había hecho. Se lo entregué a Riley y él fue mucho más allá al descubrir su propia manera de analizar los datos y producir algunas conclusiones significativas”, explicó Allison Jaines, coautora de la investigación.
Durante toda la filmación que dura poco más de dos horas, se identificaron en total 22 eventos de borradores aurorales difusos. Y aunque el descubrimiento de este nuevo tipo de auroras polares es significativo, todavía falta más investigación por realizar. Ya que aún no se comprende por qué sucede ni con qué frecuencia se presentan.
Referencias:
Troyer, R. Jaynes, A. Jones, S. Knudsen, J. Trondsen, T. The Diffuse Auroral Eraser. Advancing Earth and Space Science. DOI