De vez en vez, el telescopio Hubble nos regala delicadas imágenes de lo que yace allá en el espacio exterior, a miles de años luz de nosotros. La NASA en conjunto con la ESA han revelado una nueva imagen mejorada de la Nebulosa del Velo y es posible apreciar las finos y delicados filamentos que conforman lo que ahora son los restos de una supernova que explotó 10 mil años atrás.
A unos 2 mil 100 años luz de nuestro planeta, en la constelación de Cygnus, se ubica la Nebulosa del Velo. Una estructura sumamente hechizante que cautiva a cualquier amante de la observación astronómica. Compuesta por delicados filamentos de gas ionizado, la nebulosa más famosa combina sus colores de forma tan intrincada que parece una combinación de formas etéreas que encantan la vista.
La imagen captada por el Telescopio Espacial Hubble, presenta nuevas técnicas de procesamiento. Gracias a ello, se pueden observar los detalles finos de los delicados hilos y filamentos de gas ionizado de la nebulosa. Para captar esta imagen colorida, el Hubble se posicionó nuevamente sobre la Nebulosa del Velo, que ya había sido captada con anterioridad en 2015.
Técnicas mejoradas de observación
La NASA explica que las observaciones fueron tomadas por el instrumento Wide Field Camera 3 del Hubble usando cinco filtros diferentes. De igual forma agrega que “los nuevos métodos de posprocesamiento han mejorado aún más los detalles de las emisiones de oxígeno doblemente ionizado (azul), hidrógeno ionizado y nitrógeno ionizado (rojo)”. De manera que ahora es posible observar la nebulosa aún más detalladamente.

ESA / Hubble & NASA, Z. Levay
La sorprendente imagen muestra los restos de una remanente de supernova formada hace aproximadamente 10 mil años por la muerte de una estrella masiva. La estrella que tenía 20 veces la masa de nuestro Sol, vivió rápido y murió joven, terminando su vida con la liberación cataclísmica de energía. Pese a ello, las ondas de choque y los escombros de la supernova, esculpieron los delicados filamentos de gas ionizado. Formación que ahora conocemos como la Nebulosa del Velo, sin duda una de las más bellas captadas por el Hubble.