Fácilmente se podría confundir al ferrofluido con una animación digital. Por suerte, este fenómeno magnético es 100% real y no tiene nada que ver con la tecnología. Pequeñas partículas de hierro componen este increíble evento en el que, al juntarse con un campo magnético, producen el escenario psicodélico que observamos en las siguientes imágenes.
En ocasiones puntiagudo y pegajoso, el ferrofluido es temporalmente sólido cuando un campo magnético lo activa. Las partículas mezcladas con un tensioactivo jabonoso que une el hierro al aceite producen el estado no magnetizado.
Sin embargo, formas extrañas se generan cuando un trío de fuerzas interactúa: la gravedad, un campo magnético y la tensión superficial del petróleo. Este líquido extraño fue creado por la NASA como combustible para cohetes. Gracias a sus distintas aplicaciones ahora se encuentra en discos duros, motores o entornos biomédicos. No obstante, lo más llamativo del ferrofluido no es su uso, sino su movimiento y belleza sublime.
Una mirada psicodélica del ferrofluido
Capturado por este particular material, el fotógrafo Linden Gledhill grabó su exploración al estimular el ferrofluido. Su trabajo incluye también viajes fotográficos por las escamas de alas de mariposas o los patrones de los copos de nieve, pero esta vez fuimos capturados ópticamente por el ferrofluido.
Aunque la sustancia es naturalmente negra, la configuración de iluminación cuidadosa por parte de Gledhill causó que el líquido luciera plateado. Las configuraciones fotográficas de Gledhill son distintas. Unas fluyen desde la altura del líquido y la otra desde una perspectiva superior, como si viéramos el ferrofluido desde arriba. Estas microfotografías revelaron un mundo psicodélico dentro de este material, ¡y nos encanta!
En algunas de las imágenes, los picos se volvieron frágiles. La deformación de estos picos en un período de 2 semanas provocó que el líquido de la suspensión se secara en un estado magnetizado y terminara por deshacerse hasta volverse nuevamente líquido.