La leche de almendras es una gran alternativa a la leche normal, y es un componente saludable para cualquier licuado de frutas. Las almendras no contienen lactosa, son bajas en carbohidratos, y promueven el balance del colesterol.
Cómo hacer la leche de almendras:
*1 ½ tazas (220 gramos) de almendras crudas (sin sal)
* 4 tazas (940 ml) de agua mineral o purificada.
* 1 rama de vainilla sin semillas; o como una alternativa usar ½ cucharada de extracto de vainilla.
Pon en remojo las almendras durante toda la noche. Mínimo 8 horas, máximo 12. Mantener las almendras en remojo las ablanda para su uso, pero no es indispensable. Extrae el agua de las almendras luego de ese periodo.
Licua las almendras con 4 tazas de agua mineral o purificada. Agrega el extracto de vainilla y licua hasta obtener una mezcla homogénea
Endulza a tu gusto. Si quieres endulzar la leche de almendras, agrega jarabe de arroz, maguey, miel o algún otro endulzante saludable, hasta obtener el sabor adecuado.
Filtrar. Este es un paso muy importante o beberás la pulpa de la almendra junto con la leche. Usa un colador muy fino.
* Exprime la pulpa restante para quitar todo el líquido. Es más sencillo utilizar un paño; si no, asegúrate de tener tus manos bien limpias.
* La pulpa restante la puedes dejar secar y usarla para agregar más fibra a tu dieta.
Conservar. La leche de almendra, bien cerrada, puede ser preservada en el refrigerador por un total de 4 a 7 días, Requerirá de que agites la botella antes de servirla, para remover el líquido.
Usar. La leche de almendra puede combinarse con una variedad de alimentos donde generalmente usas leche de vaca, como para cocinar, para acompañar cereales o sencillamente para tomar, etc.
Quienes se acostumbran a la leche de almendras, encuentran que es mucho más práctico beberla sola.
Twitter del autor: @lucia_mtz93