Un joven keniata creó un cargador de teléfono portátil que funciona con la energía de nuestro propio cuerpo. Con un sencillo y novedoso sistema, Anthony Mutua introdujo un chip de cristal muy delgado en un par de tenis para que con el roce de la suela con la acera, se generara energía que permita cargar el dispositivo móvil.
El joven de 24 años diseñó el dispositivo pensando en las necesidades que los usuarios pudiesen tener. Con la finalidad de que sea lo más cómodo posible, cuenta con un cable que se introduce en cualquier bolsillo de la chaqueta o el pantalón.
El dispositivo puede usarse en cualquier tipo de zapato, y dada su delgadez y resistencia, puede ser cambiado de par en par sin riesgo de descompostura.
Debido a la practicidad del dispositivo, pronto comenzará a fabricarse en serie, y se estima que su precio ronde por los 50 dólares.
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