El pasado mes de abril, con el propósito de ser uno de los mayores partícipes en cuestiones ambientales, Dinamarca inició las operaciones de una amplia red de autopistas para bicicletas que tiene una longitud de 17.5 kilómetros de longitud, y que recorre lugares como Copenhague, Frederiksberg, Albertslund y Rodovre.
Las autopistas están diseñadas para llegar a los distintos destinos de la manera más rápida y para que el ciclista prefiera usar la bicicleta en lugar del automóvil. El diseño permite que haya intersecciones en los lugares más concurridos como universidades, centros de trabajo y transporte público.
Independientemente de todo el apoyo por parte del gobierno, los ciudadanos han sido parte medular en este proyecto que pretende ampliarse de manera significativa por toda Dinamarca, hasta llegar a los 300 kilómetros o más.
Algunos usuarios opinan que es una forma bastante económica de transportarse, además de ser más “bonita” por permitir estar en contacto con la naturaleza.