Cuando se habla de teorías de la conspiración, el tema en sí trae consigo un halo de misterio y quizá hasta de morbo. A lo largo de la historia de la humanidad han existido muchos mitos acerca de la llegada del hombre a la luna, de la caída de las Torres Gemelas y, recientemente, del cambio climático.
Resulta increíble la comparación entre todos estos sucesos, pero una nueva investigación, que se publicará en la revista Psychological Science, ha encontrado una relación entre el rechazo de las teorías de la conspiración y el cambio climático.
Una encuesta realizada entre mil lectores de distintos sitios web relacionados con el cambio climático, demostró que las personas que creen en las teorías de la conspiración, son más propensas a creer que el cambio climático es una realidad muy lejana y casi inexistente.
El estudio reveló que aquellos que apoyaron la teoría de que el 9/11 había sido un atentado planeado por el gobierno estadounidense, también eran más propensos a rechazar hechos científicos que demostraban de manera fehaciente el cambio climático.
No se trata sólo de creer o no en el cambio climático, sino de que la conciencia y la sensiblidad en en estos temas es más importante que cualquier otra prueba científica. Resulta contradictorio que se le dé más credibilidad a una teoría sin fundamento alguno, que a cientos de miles de pruebas que comprueban que el cambio climático es una realidad.
El estudio sugiere que estos temas deben ser tratados como entidades científicas que, afortunadamente, pueden ser vistas desde distintos puntos de vista: el sociológico, político y social, con la finalidad de que el cambio climático finalmente penetre en la mayoría de los terrícolas.
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