Las entrañas de la Tierra esconden un paraíso de diamantes (Estudio)

Las entrañas de la Tierra esconden un paraíso de diamantes (Estudio)

Un estudio revela que casi el 2% de las rocas más antiguas de la Tierra está hecho de diamantes.

Según un nuevo estudio del MIT, podría haber más de 1 billón de toneladas de diamantes escondidos en el interior de la Tierra. Sin embargo, estos diamantes no están al alcance del ser humano.

Los científicos estiman que los minerales preciosos están enterrados a más de 150 kilómetros por debajo de la superficie, a mayor profundidad que cualquier expedición de perforación que se haya realizado.

“Esto muestra que el diamante no es un mineral exótico, y que en la escala [geológica] de las rocas, es relativamente común”, dice Ulrich Faul, investigador del Departamento de Ciencias Terrestres, Atmosféricas y Planetarias del MIT. “No podemos alcanzarlos, pero aun así, hay mucho más diamantes allí de lo que jamás pensamos”.

Las entrañas de la Tierra esconden un paraíso de diamantes (Estudio)

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El escondite ultradelgado puede estar disperso dentro de raíces cratónicas, las secciones de roca más antiguas e inamovibles que se encuentran debajo del centro de la mayoría de las placas tectónicas continentales. En forma de montañas invertidas, los cratones pueden extenderse a lo largo de más de 300 kilómetros a través de la corteza terrestre; los geólogos se refieren a sus secciones más profundas como “raíces”.

Los autores de la investigación, entre los que también figuran expertos de las universidades de California y Harvard, aseguran que estas secciones del interior de la Tierra podrían contener entre 1 y 2% de diamantes. Teniendo en cuenta el volumen que ocupan las raíces cratónicas, los expertos calculan que podría esconderse allí hasta mil billones de toneladas de diamantes.

Las entrañas de la Tierra esconden un paraíso de diamantes (Estudio)

Explorando las entrañas de la Tierra

Los investigadores tropezaron con este hallazgo al analizar una anomalía en los datos sísmicos recogidos durante las últimas décadas por el Servicio Geológico de los Estados Unidos, que sirven para conocer dónde se originan los terremotos o los tsunamis, entre otras aplicaciones.

Los expertos se dieron cuenta de que al atravesar las raíces de los cratones, las ondas sonoras se aceleraban más de lo que deberían hacerlo si sólo estuvieran atravesando fracciones más frías y menos densas que el manto que los rodea. Ello desconcertó a los científicos, quienes a partir de ese momento se obsesionaron con averiguar la explicación de tan altas velocidades de propagación en las ondas sísmicas.

¿Será que la ambición humana llegará a las entrañas de la Tierra, para obtener más de este codiciado y resistente mineral?

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