Las células son una fuerza natural que inunda nuestro cuerpo de cargas positivas o negativas. Podemos protegerlas con algunos alimentos o con nuestros pensamientos. Los iones positivos son los encargados de darle a nuestro organismo la energía suficiente para realizar actividades básicas como respirar o despertar.
Gracias al movimiento de células llenas de iones positivos, el sistema inmunológico puede trabajar mejor. Esto no lo decimos nosotros, sino investigadores de la Universidad Johns Hopkins. Ellos aseguran que un pensamiento positivo que llene a las células de buena energía será excelente para la salud.
Pero, si queremos saber cómo se conectan la ciencia y la mente, debemos explicar unos cuantos detalles. La ciencia apunta a que la comunicación entre células origina una señal eléctrica que termina convirtiéndose en una respuesta fisiológica.
En este contexto, la mente actúa creando ideas que empujan hacia una acción, convirtiendo a las células en receptores de información proveniente del cerebro. Pero esta no es una explicación espiritual: es ciencia pura.
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Lo que debemos tomar en cuenta es el tipo de pensamientos y de qué forma nuestra conciencia está involucrada en la creación de ellos. En este sentido, la espiritualidad nos enseña a controlar aquello que se encuentra en lo más profundo de nuestra mente.
Tal vez nuestro cerebro se encargue de hacer algunas acciones como mover una cuchara, aprender una canción o saber cómo caminar. Pero la conciencia va más allá de las acciones físicas; esta parte del cerebro es nuestra esencia.
El cuerpo, así como la mente, necesita de entrenamiento y práctica. Así como practicamos un deporte, la actitud también es algo que se debe ejercitar para que beneficie de cierta manera al organismo. Es cierto: no es sencillo mantener una actitud buena y positiva con la bomba de situaciones complejas que rodean la vida del ser humano.
Elige crear células positivas
Pero seamos sinceros: el simple hecho de respirar y encontrarnos leyendo este artículo es una oportunidad para elegir un mejor camino. Empecemos por pensar que en esencia tú eres bueno, independientemente de si aceptas esta idea o no, sólo piénsalo.
Dentro de ti hay millones de células con cargas positivas y cada una es una cualidad o razón para sentirte bien, ya que todas hacen algo bueno por ti (y tú por ellas, pensando de esta forma). En cuanto comiences a apreciar este positivismo en tus células, se volverá algo básico para tu mente.
Deja que fluya de tu mente hacia tus células y todo tu organismo. Si tu conciencia está en paz, tranquila y feliz, ¿por qué tu cuerpo y todo lo que lo compone no lo estaría? La energía positiva ya está dentro de ti, sólo necesitas aceptarla y aprovecharla.
La ciencia puede explicarnos datos, y la espiritualidad puede darle un sentido profundo a eso. Pero al aceptar los beneficios de la relación entre ambas es cuando alcanzamos la máxima salud espiritual, que se convierte en un refuerzo para el sistema inmunológico.
