A mediados del mes de agosto, funcionarios de vida silvestre de Wisconsin anunciaron un acto para muchos polémico. La permitida temporada de caza de otoño facilitará a los cazadores locales matar a 300 lobos, ignorando la recomendación de los biólogos de un límite de matanza de 130 lobos. Pero… ¿por qué y de dónde viene la caza de lobos grises en Wisconsin?
En distintos estados de la Unión Americana el DNR o bien, Departamento de Recursos Naturales otorga, en este caso a Wisconsin, distintos permisos y calendarios de caza para algunas especies nativas. El propósito, según apunta la página de internet es:
“El tiempo dedicado a perfeccionar las habilidades de tiro, preparar el equipo y explorar la tierra para el juego son pasatiempos agradables y pueden dar sus frutos cuando comience la temporada. Los lazos con familiares y amigos se fortalecen durante las temporadas de caza a medida que continúan las viejas tradiciones y comienzas otras nuevas.” – Departamento de Recursos Naturales de Wisconsin.
Junto a esta explicación sobre el objetivo de la caza de lobos grises, también se une el pensamiento de algunos cazadores y agricultores, los cuales aseguran que la temporada de caza es una forma de controlar la población de dichas especies y evitar que su ganado muera.
El debate sobre la caza de lobos grises en Wisconsin
Para algunos conservacionistas y expertos en fauna, la matanza de 300 lobos (bajo la causa de placer humano) significa un atentado en contra de la especie. Incluso, se vuelve aún más grave cuando apenas a finales de octubre de 2020 la administración Trump eliminó a los lobos grises de la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Asimismo, esta polémica decisión se une a los hechos ocurridos en la última temporada de caza. A finales de febrero de 2021 en poco menos de tres días, cazadores de Wisconsin acabaron con 216 lobos grises, el doble de lo que se tenía permitido cazar. La temporada terminó una semana y media antes. La temporada de otoño se espera que comience el 6 de noviembre de 2021 y termine aproximadamente el 28 de febrero del 2022.
Pocos meses después, el panorama no luce distinto. Conservacionistas piden el involucramiento del gobierno federal de forma que se incluya nuevamente a los lobos grises en la lista de especies en peligro de extinción y se prohíba su caza bajo cualquier circunstancia.
“Docenas de miembros de la Cámara de Representantes de EE.U.. se suman a un enorme conjunto de tribus nativas americanas, grupos de bienestar animal, grupos conservacionistas y otras partes interesadas para pedir al Secretario de Interior Haaland y al Presidente J. Biden que no esperan un día más y restauren las protecciones federales para los lobos grises como una especie en peligro de extinción.” – Paul Collins, director estatal de Wisconsin Animal Wellness Action.

UNAM
Una batalla feroz por sobrevivir
Desde su aparición, el lobo gris comparte un vínculo particular con la oscuridad. Ya sea por la singularidad de su genética o sus rasgos de personalidad, los lobos se han convertido en el símbolo de la unión familiar y la lucha de una especie.
A pesar de que en la actualidad muchos animales enfrentan situaciones de riesgo inmensas, los lobos viven en una lucha desde los años 50. Cuando sus presas comenzaron a ser menos comunes (por la llegada del ser humano), el ganado se convirtió en la opción más viable para sobrevivir.
Sin embargo, esta elección los enfrenta directamente con los humanos. Seres que sienten el derecho de cazar y arrebatar la vida a los lobos por “conservación”. Un acto que condujo a la especie a un punto crítico.
Al día de hoy los lobos grises siguen librando una batalla contra la caza deportiva y los dueños de ganado. El estado de Wisconsin y su reciente temporada de caza de lobos grises es el mejor ejemplo de que no permitimos a otras especies vivir simplemente porque las creemos inferiores y no merecedoras de los mismos derechos y beneficios que nosotros. Entonces… ¿cuántos lobos grises estamos dispuestos a perder este otoño?