Uno de los factores determinantes en la salud del ser humano es, sin duda, la alimentación. Las grandes compañías producen alimentos cada vez más perjudiciales para el consumo. Los químicos hallados en su contenido merman la salud del cuerpo humano. Principalmente, obesidad y diabetes son el reflejo de los efectos nocivos de la mala alimentación.
Año con año, los gobiernos gastan grandes cantidades de presupuesto en tratar la obesidad y sus consecuencias. Las campañas para su prevención parecen ser insuficientes: cada vez más gente se suma a la lista de obesos. Existen 5 puntos o propuestas con los que, si se implementan de manera correcta, el número de gente obesa se reduciría significativamente.
Este tipo de alimentos son muy económicos en comparación a los saludables. Esto, aunado a la crisis económica, resulta una bomba de tiempo para la sociedad. Un estudio reveló que las personas que saben que la comida tiene un impuesto alto, deciden no comerlo o buscan otra opción más saludable. Impuestos más altos, menos consumo de comida chatarra.
Si el dinero que se emplea para crear productos transgénicos se empleara para la agricultura, el costo de la comida saludable se reduciría de manera considerable, pudiendo competir con los precios tan bajos de la comida chatarra.
Mientras la comida rica en azúcares o sodio siga vendiéndose en las escuelas, el problema no disminuirá. En EEUU, por ejemplo, la administración de Barack Obama tomó medidas que ayudaron a reducir el consumo de estos alimentos, sin embargo todavía hay un largo camino por recorrer. En otros países del mundo se han implementado sistemas que reducen el consumo de alimentos chatarra en las escuelas.
Los concursos que anualmente se organizan para saber quién come más hamburguesas, más de esto, más de lo otro, incluso la publicidad, también repercute en la calidad de alimentos que la gente consume. Mientras el gobierno no genere leyes que disminuyan esta publicidad, la gente será más vulnerable a consumir estos alimentos.
- Información
Debido al bombardeo de información acerca de la comida chatarra, la gente está desorientada y no saben distinguir a qué comida se le denomina como tal y a cuál no. No es lo mismo una hamburguesa preparada en casa con aceite de oliva y carne magra, que un paquete de papas, refresco y una hamburguesa repleta de químicos y pesticidas. Para lograr la distinción entre lo sano y la chatarra es necesario que la gente lea y se informe. [ALTERNET]