Cuando se trata de fenómenos astronómicos resulta muy difícil comprender cómo es que se producen, pues se requiere de una gran capacidad de abstracción para salir de nuestra única vista terrestre e imaginar cómo es que funcionan las cosas desde afuera. Aunque ciertamente hay algunos privilegiados que, gracias a su gran labor científica, pueden observar estos fenómenos desde otro punto de vista distinto al nuestro. En días pasados se presentó un eclipse total de Luna y aunque hubo muchas tomas de la gran Luna de Sangre, ninguna se compara a las fotografías captadas por una astronauta a bordo de la Estación Espacial Internacional.
El eclipse lunar se pudo apreciar desde cuatro continentes, en algunos de forma parcial y en otros de manera total. En estas últimas regiones, la Luna quedó completamente oscurecida por la umbra de la Tierra y adoptó un tono rojizo que le dio su nombre de Luna de Sangre. En total el fenómeno tuvo una duración de 85 minutos en los que el satélite natural atravesó la sombra producida por el planeta al interponerse entre él y el Sol.
Y aunque desde la vista terrestre el eclipse nos regaló oportunidades suficientes para admirar su belleza, desde el espacio también se le pudo admirar y hasta fotografiar. La astronauta italiana Samantha Cristoforetti, que actualmente se encuentra en la Estación Espacial Internacional (EEI), también logró admirar el fenómeno astronómico directamente desde el espacio.
Una vista única del eclipse
Desde su punto de vista único en la órbita terrestre, la astronauta capturó una serie de fotografías que más tarde compartió a su cuenta de Twitter. En una de ellas se puede apreciar a la Luna oscurecida y a la Tierra asomándose debajo de ella, pero desde otra postura las celdas solares de la EEI encuadran a satélite natural, dándole un toque todavía más espacial.
Actualmente Cristoforetti se encuentra cumpliendo su segunda misión a bordo de la Estación Espacial Internacional en representación de la Agencia Espacial Europea. Su primera misión se extendió durante 200 días en los que se convirtió en la primera mujer italiana en llegar al espacio y con una estancia que duró desde 23 de noviembre de 2014, hasta el 11 de junio de 2015, cuando regresó a la Tierra.