¿Cómo podemos percibir aquello que sobrevive fuera de nuestro planeta? Las teorías científicas a lo largo del tiempo han revelado distintos hechos del universo. Sin embargo, hasta ahora sabemos el 80% del espacio está compuesto de materia oscura o algo que parece no tener explicación. Es entre todo ese espacio que encontramos el corazón de los agujeros negros, estos inmensas puertas a la oscuridad.
Los agujeros negros son quizá uno de los fenómenos cósmicos más poéticos, por la mística implícita en su origen. Estas masas, que atrapan la luz para no dejarla salir jamás, todavía no pueden ser definidas con precisión, debido a un hecho que nuestra lógica aún no puede trascender: el de un tiempo-espacio distinto al nuestro. A pesar de ello, la científica Andrea Ghez y los científicos Roger Penrose y Reinhard Genzel fueron galardonados por la Real Academia de las Ciencias de Suecia por un inusual descubrimiento sobre estos pozos cósmicos sin fondo.
Aunque sabemos que un agujero negro se puede producir a partir de la muerte o colapso de una estrella, esto no explica a ciencia cierta su origen. Para demostrar más allá del explosivo nacimiento de un agujero negro, los cosmólogos antes mencionados analizaron la teoría de Penrose. Esta teoría sostiene que con el transcurso del tiempo, la expansión del universo y el colapso del infinito generaron un cambio en la geometría del universo, el cual pasó de ser uniforme a uno en desorden. ¿Esto cómo explica el fondo de los agujeros negros?
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Revelando el corazón de los agujeros negros
Profundizando en la teoría de Penrose, encontramos que existen puntos del espacio-tiempo donde la física deja de funcionar. Y, los agujeros negros, (aquellas masas desconocidas) son realmente espacios donde las leyes de la física no aplican. En agujero negro hay una masa infinita, con una gravedad y densidad infinita que lleva las leyes físicas al infinito.
De acuerdo con los tres científicos, en el centro o en el corazón de un agujero negro no se manejan las matemáticas o leyes usuales. La realidad es que todos los elementos infinitos dejan de tener sentido y es ahí donde surgen las singularidades del espacio-tiempo.
La singularidad del corazón de los agujeros negros recae justamente en este aspecto. La masa está tan concentrada que su núcleo es infinito y, por esa razón, la física no funciona. Las ecuaciones dejan de funcionar, así como todo aquel supuesto teórico que conozcamos.
Este misterio es el que sigue vigente y nos hace cuestionarnos la existencia de estos procesos universales y cósmicos. Los agujeros negros y su núcleo son la prueba de que la física no tiene límite y queda mucho más por definir y descubrir.