Las ficciones futuristas sobre México son poco comunes. Esta clase de historias no son muy socorridas en el cine nacional por una sencilla razón: ¿cómo pensar un futuro que conserve una esencia inconfudiblemente mexicana? El director Julio Hernández Cordón lo logra con creces en su nueva película Cómprame un revólver. Eso sí, no esperes entrar a la sala y encontrar una película a la que ya estás acostumbrado. Esta cinta tiene un formato y un mensaje excéntrico que van más allá de cualquier expectativa.
Hay películas que dejan huella. Cómprame un revólver, ya disponible en cualquier sala Cinépolis, es una de ellas.
A poco de que se estrenó, esta cinta multipremiada ya está haciendo mucho ruido en los círculos culturales del país. Es un ejemplo de lo mejor que el “cine de arte” tiene para ofrecer. Pero que esto no te aleje: está llena de grandes secuencias de acción y te aseguramos que es todo menos aburrida. De hecho, Cómprame un revólver es más bien el resultado de una fórmula inédita en el cine nacional. Si su propósito es agitar las fronteras del género cinematográfico y contar una historia llena de frescura, lo consigue.
La originalidad no es el único atributo de la película. Te esperan grandes dosis de carisma llevadas al límite en manos de su elenco infantil. Así como lo oyes: los personajes principales de Cómprame un revólver son niños con camuflaje, rostros pintados y máscaras que seguramente te resultarán muy familiares. Una herencia de historias populares que todos conocemos, de peripecias al estilo de Huckleberry Finn, adaptadas a un escenario más afín a Mad Max. ¿Ves por qué es tan especial?
Huck y sus amigos son el principal motor de esta historia, y por lo tanto, el México del futuro en el que habitan es visto a través de sus ojos. En un país sofocado por la contaminación y repleto de peligros en cada esquina, estos niños viven su día a día con la misma inocencia de cualquier pequeño que conozcas. No hay forma de que no vayas a sentir empatía. Al ver a estos chicos en pantalla, tememos por ellos, los alentamos, deseamos con todas nuestras fuerzas que se sobrepongan al desastre.
Los chicos tienen misiones urgentes por cumplir y lo harán como si fuera un juego, pese a la violencia demoledora de la que deberán huir. Como puedes ver, la premisa de Cómprame un revólver reúne elementos discordantes para comunicar un mensaje social profundo de una manera poco común. No cabe duda de que, para entender el presente, a veces es necesario visualizar un futuro extremo.
Las realidades distópicas representadas en Cómprame un revólver son realmente arrasadoras. El México de Hernández Cordón parece al borde de su propio Apocalipsis, pero en sus pequeños protagonistas quedan todavía muchas ganas de luchar. En un mundo que parece cada vez más cerca del fin, la supervivencia se halla en la imaginación. Visualizar otras posibilidades, vivirlas y darlo todo por ellas.
Cómprame un revólver es una fuerte crítica al presente de nuestro país, pero también un canto a la vida. Esta es la clase de cine mexicano que no debes perderte.
Mira el tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=uxS0mDntO2E