Grandes estructuras se alzaban en medio de las ciudades irrumpiendo en el espacio. El matrimonio de Jeanne-Claude y Christo convirtió sitios icónicos en lienzos de sus más fascinantes creaciones. El arte ambiental monumental ya no se ve de la misma forma gracias al trabajo de ambos artistas.

A pesar de que han pasado décadas desde sus más impresionantes exhibiciones, todos seguimos recordando el trabajo que logró transformar la forma en que la sociedad y el arte se relacionan con el espacio que habitan.
La esencia del arte fue explorada en las obras de Christo y Jeanne-Claude. Aquí se descubrió algo muy distinto a lo que se hacía visible en los museos: el arte del público, del medioambiente, el arte del espacio.
La estética del arte ambiental implicaba todo un proceso: trabajadores que ayudaran con las instalaciones, negociaciones, platicas con políticos, las dificultades de la construcción y la visibilidad de la obra ante miles o millones de personas.
Pero esto no fue lo único a lo que se tenían que enfrentar la pareja de artistas. Sus obras eran fuertes golpes a la sociedad capitalista. Entre barriles de petróleo, empaques, botellas y todo tipo de materiales las obras no obtenían ganancias, tan sólo eran proyectos urbanos que fueron alcanzado popularidad.

Algunos críticos de arte consideraban que Christo y Jeanne-Claude concebían obras que parecían más un espectáculo o charlatanería. Sin embargo, el público amaba y ama sus intervenciones. Estos trabajados masivos que se volvieron accesibles a todo el público se ganaron el desdén de ciertos sectores, pero ciertamente, eso no les importaba.

Si algo debemos reconocer es que el arte ambiental de Christo y Jeanne-Claude no se hizo a partir de algo existente. Ellos inventaron su arte, su visión del mundo y su crítica a éste. Asimismo, crearon su propio público, su propia figura inclasificable de arte.
Hoy ya no tenemos a ninguno de estos dos artistas en el plano físico. No obstante, en sus últimas palabras dejaron escrito que sus proyectos continuarán pase lo que pase, y esperemos que así sea. Si algo necesita el mundo es un poco de cambio, visiones distintas que nos ayuden a mirar la realidad.

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