Nacido en abril de 2020, Cosmo es el primer ternero editado genéticamente. Con apenas 50 kilogramos y poco menos de 1 año de vida, esta ternera tiene un único objetivo: producir descendientes masculinos.
Alterada genéticamente por científicos de la Universidad de California, el proceso de concepción de Cosmo fue algo distinto a lo común. A través de tecnología de edición genética, mejor conocida como CRISPR, los expertos insertaron en Cosmo un gen que provocará que el 75% de sus descendientes sean masculinos.

U. C. Davis
Asimismo, el equipo de científicos espera que cada uno de los ejemplares que Cosmo dé a luz tenga ese gen. El experimento inició con la inserción del gen Sry en el cromosoma sexual X. De esta forma, sin importar qué cromosoma sexual herede la descendencia, el gen continuará a la siguiente generación.
Tomó alrededor de casi 3 años lograr insertar el gen en Cosmo. Ahora queda esperar cerca de 2 años para lograr un embarazo. Pero el verdadero objetivo no es producir terneros masculinos sólo porque sí. Detrás de esta edición genética hay un fin a favor de la humanidad, o al menos eso se piensa.
Detrás del ternero editado genéticamente está…
El impacto que genera producir tanto alimento le cuesta demasiado al ser humano y mucho más al planeta. La producción masiva de carne es tan cara que se busca encontrar formas de hacer más eficiente el proceso. Se estima que las vacas machos podrían producir más carne que una hembra.
Por lo tanto, mientras más ejemplares masculinos se tenga, no será necesario sacrificar más animales de los que ahora se emplean para producir la carne. En última medida, la intención de este avance es bueno: se busca sacrificar a menos animales. Pero no nos engañemos tan fácilmente.
Modificar genéticamente a los animales para que, a pesar de las consecuencias, podamos satisfacer nuestras necesidades no es tan viable. Lo que debemos hacer es mejorar nuestra relación con estos seres, dejar de considerar su existencia como parte de nuestro menú alimentario. Más que reducir el daño, se trata de hacernos cargo de él y erradicarlo.
Porque podemos hacer mucho más, sólo falta iniciativa
La edición genética de Cosmo es, como dicen coloquialmente, querer tapar el sol con un dedo. ¿Disminuir el sacrificio de los terneros hembras supone el aumento del consumo de terneros masculinos? ¿Esto producirá un cambio en el consumo de carne en el mundo? ¿Por qué nos interesa producir más terneros masculinos?
Esperamos que la industria alimentaria busque algo más que ahorrarse dinero; si no es así, y aunque tengamos el fin muy claro (eliminar el sacrificio de animales), no servirán de nada los avances tecnológicos, si el fin general es seguir tomando vidas.

El Narit
Cosmo es el principio de un cambio que ya exige resultados. La crisis climática no esperará a que estemos listos como sociedad para dejar de consumir carne animal, ni a que estemos dispuestos a reconocer los derechos de los animales.
Si no queremos seguir el rumbo que vislumbra un futuro en desequilibrio, debemos buscar mucho más allá de la edición genética, y mucho más sobre alternativas de consumo.