Comer es mucho más que un simple acto de supervivencia. Si pensamos en la cosmovisión que impulsan las comunidades indígenas podemos reconocer que alimentar el organismo es un ritual de sabiduría propia.
Aprovechar las bondades de los alimentos que brinda la naturaleza para impulsar lo mejor que hay en nosotros no es cosa fácil, pero se trata de conocer los alimentos que nos rodean y sus propiedades.
En este sentido, si lo que se busca es proteger el corazón y equilibrar el colesterol, las almendras son el alimento ideal para eso. Con una existencia de más de cinco milenios, las almendras se colocan como uno de los ingredientes que ayudaron a impulsar el desarrollo de las civilizaciones más tempranas.
Algunos cuentan que fueron los fenicios quienes llevaron la almendra a España y a través del comercio se distribuyó en todo el mundo. A partir de ese momento, las almendras se convirtieron en las semillas ideales de la alimentación y todo gracias a sus propiedades.
Propiedades de las almendras
La almendra destaca por ser una fuente natural de aminoácidos esenciales. Asimismo, por cada 100 gramos de estas semillas se obtienen cerca de 20 gramos de proteínas. Pero eso no es todo, también contienen grasas saludables, un factor ayuda a proteger la salud del corazón.
Con un 65% de grasas monoinsaturadas, un 26% poliinsaturadas y un poco menos del 10% con grasas saturadas, la almendra se convierten en un bálsamo natural para el corazón. Principalmente con el alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados ayuda a disminuir l colesterol LDL, es decir, el colesterol “malo”.
Al mismo tiempo favorece el crecimiento del colesterol HDL, el cual ayuda a prevenir los accidentes cardiovasculares. Pero también están los flavonoides; sustancias como la quercetina, los rutinósidos y las catequinas impulsan el equilibrio del sistema circulatorio.
3 formas sencillas de comer almendras:
Semillas
No creemos que haya algo más natural que una simple almendra como snack al mediodía. Integrar a tu alimentación un puño de almendras podría ser una buena manera de empezar a impulsar tu salud. Considéralas como parte de tu día a día.
Como acompañante
Si no eres de aquellos que disfruta comer las almendras en solitario, entonces puedes mezclarlas con otros ingredientes, por ejemplo: yogurt, fruta o en un batido. O puedes buscar algo más producido como un salsa de almendras para acompañar el pollo o pescado en alguna comida o pensar en un buen postre que tenga almendras (tal vez unas galletas).
Leche de almendras
Las leches vegetales han saltado como una de las opciones para disminuir el consumo de leche animal y por supuesto, la leche de almendras es una de las favoritas. Ya sea que optes por crear tu propia leche de almendras o comprar alguna, probar esta semilla en los lácteos también puede ayudar a sustituir los lácteos pesados para tu organismo.