Miradas hipnotizadas detrás del televisor observaban con ánimo las amenas clases de pinturas de Bob Ross. Para muchos fue el primer y único maestro de arte que fácilmente y con una dulce poesía verbal creaba los más hermosos paisajes naturales.
The Joy of Painting fue el programa en que el pintor Bob Ross enseñó sencillas técnicas de pintura con una sutil narración de cada elemento que incorporaba en el paisaje, además de acompañarlo con una frase muy peculiar que añadía un toque humorístico y sarcástico.
Durante el programa, Bob hacía tres versiones de cada pintura; la primera servía como referencia, la segunda era la que pintaba durante el episodio y la tercera la hacía poco después para incluirla en los libros educativos que promocionaba.
Hoy en día, de acuerdo con el NY Times, algunas de las pinturas se encuentran resguardadas en el Museo Smithsoniano, el cual asegura que no tiene planes para exhibirlas y 1,165 están almacenadas en Bob Ross Inc.
El arte de pintar era tan creativo y libre como su alegre personalidad y extraordinario afro. Todo eso acompañado de una conversación casual con los aprendices desconocidos que lo mirábamos desde el otro lado de la pantalla.