Como la vida

Como la vida, como la naturaleza, el pensamiento va de dentro hacia fuera antes de ir de fuera hacia dentro

Si tenemos una falsa idea del destino y de su marcha en medio de la naturaleza es porque ya no sabemos mirar la naturaleza, porque ya no sabemos sentir la vida en su totalidad.

[La metafísica de la naturaleza] ha querido pensar como un hombre. De la misma forma que ha hecho evolucionar a unos hombres, así también ha hecho evolucionar a unas rocas.
Como la vida, como la naturaleza, el pensamiento va de dentro hacia fuera antes de ir de fuera hacia dentro La juventud […] no desea místicas, desea que se deje de alucinar al espíritu; tiene hambre de una verdad humana, humana sin engaños. Esta juventud siente la vida, nosotros sentimos la vida, como una sola cosa, una cosa que no admite teorías. Invocar actualmente a la metafísica no es separar la vida de un mundo que la sobrepasa, es volver a introducir en la noción económica del mundo todo lo que se ha querido retirar de éste; y volverlo a introducir sin alucinaciones.
Como la vida, como la naturaleza, el pensamiento va de dentro hacia fuera antes de ir de fuera hacia dentro Para la juventud, la razón es la que ha inventado la desesperación contemporánea y la anarquía material del mundo, al separar los elementos que estaban reunidos por una cultura verdadera. Si tenemos una falsa idea del destino y de su marcha en medio de la naturaleza es porque ya no sabemos mirar la naturaleza, porque ya no sabemos sentir la vida en su totalidad. […] Como la vida, como la naturaleza, el pensamiento va de dentro hacia fuera antes de ir de fuera hacia dentro Lo que el paganismo ha divinizado, Europa lo ha mecanizado. Estamos en contra de esta racionalización de la existencia que nos impide pensar, es decir, sentirnos hombres; y existe en nuestra idea del hombre una idea de la fuerza del pensamiento.
Como la vida, como la naturaleza, el pensamiento va de dentro hacia fuera antes de ir de fuera hacia dentro Hay en la vida tres fuerzas, como lo enseña una vieja ciencia conocida por toda la antigüedad. La fuerza repulsiva y dilatante. La fuerza comprensiva y astringente. La fuerza rotativa. El movimiento que va de fuera hacia dentro y que se llama centrípeto, corresponde a la fuerza astringente, en tanto que el que va de dentro hacia fuera y que se llama centrífugo, corresponde a la fuerza dilatante y repulsiva. Como la vida, como la naturaleza, el pensamiento va de dentro hacia fuera antes de ir de fuera hacia dentro. Comienzo a pensar en medio del vacío y del vacío voy hacia lo pleno; y cuando he alcanzado lo pleno, puedo volver a caer en el vacío. Voy de lo abstracto a lo concreto y no de lo concreto hacia lo abstracto. Detener el pensamiento afuera y estudiarlo en lo que puede hacer, es desconocer la naturaleza interna y dinámica del pensamiento. Es no querer sentir al pensamiento en el movimiento de su destino interno que ninguna experiencia puede captar. Llamo poesía al conocimiento de este destino interno y dinámico del pensamiento. Antonin Artaud El hombre contra el destino, México, 1936.
Como la vida, como la naturaleza, el pensamiento va de dentro hacia fuera antes de ir de fuera hacia dentro * Fotografías de Land Art por Andy Goldsworthy

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