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Más allá de las simples ganas de hacerlo, orinar en la ducha puede ser una sorprendente manera de cuidar tanto al medio ambiente como a la salud de quien lo practica. Si bien es una actividad poco recomendable para el manual de conducta de Carreño, la realidad es que posee múltiples beneficios; te los compartimos:
– Jalar la llave del inodoro requiere grandes cantidades de agua. Si un adulto promedio orina alrededor de siete veces en 24 horas, esto quiere decir que se gastan 42 litros al día y 15 330 litros al año. Si 319 millones de personas orinan al mismo tiempo, se están desperdiciando alrededor de 4.9 millones de litros de agua cada 365 días. Si se orina en la regadera, el consumo excesivo del agua en el inodoro se reduciría significativamente; de hecho, se estaría ahorrando 2 190 litros de agua.
– Evitas la tala de árboles. De acuerdo con Mic, orinar en la regadera ahorra un rollo de papel cada 50 días. De hecho, estudiantes de la Universidad de East Anglia, han pedido que se fomente esta práctica para el cuidado del medio ambiente.
– Para hacerlo, necesitas flexionar las rodillas y bajar la cadera –sacando el culo–. Esto ayudará a fortalecer los músculos pélvicos, necesarios para la salud del piso pélvico, el parto y el sexo.