La yoga posee una de las herramientas más poderosas que permite transformar facetas de nuestra esencia humana. Gracias a la regulación de la respiración, la constante consciencia de la unión mente-cuerpo y traer al presente las vivencias, esta práctica ancestral ayuda a reducir síntomas de ansiedad y estrés en la vida diaria, a aliviar el dolor corporal, entre otros beneficios. Entre los menos conocidos, se encuentra la capacidad de brindar orden al estilo de vida.
Hay ciertas asanas o técnicas pranayamas que ayudan a manejar o prevenir condiciones de salud o enfermedades consecuentes de un estilo de vida sedentario y hábitos alimenticios insalubres. De hecho, de acuerdo con The Fractal Enlightment, la yoga restaurativa quema calorías permitiendo la pérdida de peso en casos de sobrepeso.
A continuación te compartimos una serie de asanas y técnicas de respiración que puede usarse para acelerar el metabolismo –y bajar de peso–:
Paripurna Navasana. A lo largo de la posición, recuerda mantener una línea recta desde la espina hasta el cuello, permitiendo que el vientre se mantenga contraído. A lo largo de esta posición, realiza entre cinco y siete respiraciones profundas. Esta posición estimula el sistema digestivo, que conlleva a la tonificación de los músculos.
Kumbhakasana. Mantén recta la línea del cuello con la espina y las piernas. Practica esta posición durante 30 segundos –hasta un minuto–, y luego exhala lentamente hasta llegar al suelo para descansar unas cuantas respiraciones. Al volver a subir, inhala y coloca las manos a la altura del pecho hasta volver a la misma posición inicial. Esta posición ayuda a la reafirmación de los músculos cercanos a la espina, las muecas y los hombros.
Virabhadrasana. Para realizar esta posición, es necesario ponerte en pie separando las piernas a una distancia de un metro. Respira profundamente, doblando la rodilla derecha asegurándote de formar una línea recta. Haz un esfuerzo para mantener la pelvis hacia abajo. Esta posición ayuda a tonificar la parte baja del cuerpo así como del pecho, los brazos, los hombros y la parte superior de la espalda.
Utkatasana. Inhala y eleva los brazos hacia el techo, alargando la espina. A continuación, exhala y dobla las rodillas hasta llevar la cadera hacia abajo como si se estuviera sentando en una silla imaginaria. Mantén esta posición entre cinco y siete respiraciones. Repite esta posición dos veces más para fortalecer y tonificar cadera, piernas, rodillas, torso y espalda baja. También ayuda a estirar los hombros y a abrir el pecho.
Ardha Chandrasana. Mantén esta posición a lo largo de cinco y siete respiraciones, exhalando y lentamente llevando la pierna derecha y el torso hacia atrás. Repite esta posición con la pierna izquierda. Recuerda mantener la cabeza en posición neutral, mirando siempre hacia enfrente. Esta posición estira y fortalece el abdomen, isquiotibiales, espina, cadera y muslos. Esto ayuda a mantener balance, mejorando el sentido de coordinación, liberando el estrés y estabilizando la digestión.