En muchos de nuestros discursos lamentamos cómo Europa llegó en su miope visión expansionista a saquear a cientos de países de sus recursos, haciéndolo de una manera materialista: la riqueza parecía ser el único valor importante en su cosmovisión.
En los 300 años de conquista española en México recordamos el saqueo absoluto. Sin embargo, actualmente el neoliberalismo bajo la bandera del libre mercado (los países abren sus fronteras a corporaciones poderosas que van adueñándose del mapa tanto de producción como de comercio) es un tipo de conquista más silencioso, pero más definitivamente más avasallador.
Según un artículo de Roberto Garduño para La Jornada, elaborado a partir de cifras de anuarios estadísticos de la minería mexicana 2013 y 2014, y de datos de la Dirección de Control Fundamental de Indicadores Estratégicos de la Secretaría, en México en solo una década ha sido extraído 4 veces más oro que en la época de la conquista de 300 años.
En un comparativo, en la época novohispana fueron extraídas 190 toneladas de oro; en 10 años han sido extraídas 774 toneladas. Esta tendencia acelerada se ha dado desde el 2006 (con las concesiones de Felipe Calderón)o aunque sus antecedentes vienen desde inicios de los 90 cuando en el sexenio de Carlos Salinas comenzaron a facilitarse las concesiones nacionales a empresas estatales que fueron privatizadas, o bien a extranjeras.
Con las empresas mineras el gobierno mexicano ha sido bastante condescendiente, tienen extensiones fiscales; sus utilidades son exorbitantes en comparación con la riqueza que regresan a México. También, en el caso de las mineras nacionales los hombres que más se han favorecido de esta riqueza han sido los mismos enriquecidos gracias a las compras que hicieron al gobierno de empresas estatales y concesiones por parte de Salinas, sus nombres son Germán Larrea, Carlos Slim y Alberto Bailleres; Slim llegó a ser considerado como el hombre más rico del mundo por Forbes, y Larrea y Bailleres figuran entre los hombres más ricos del país.
El otro fuerte “inversionista” pues en realidad llevan todos los privilegios sin expandir esa riqueza a la población son empresas canadienses.
Con las reformas privatizadoras y la priorización de la inversión extranjera como prácticamente la única y exclusiva política económica, el saqueo a México ha sido mucho más voluptuoso; asimismo más discreto y silencioso…
Twitter de la autora: @anapauladelatd