En los últimos años, los huertos urbanos han adquirido una mayor presencia en los hogares y empresas de las metrópolis. Llegaron a surgir desde esta preocupación y motivación de los ciudadanos citadinos por el cuidado del medio ambiente, la economía y la salud tanto física como emocional. Por lo que, tras una rigurosa investigación y educación, se logró desarrollar numerosos métodos para encontrar una alternativa de la naturaleza en la selva de concreto.
Uno de estos métodos es Compost City, libro creado por Rebecca Louie, el cual brinda instrucciones, consejos y recetas para empezar a hacer composta (aún viviendo en departamentos o casas sin jardines); tales como sistemas a pequeña escala como el vermicomposta (con lombrices) y fermentación bokashi.
Por ejemplo, el bokashi, que literalmente quiere decir comida fermentada, se realiza con la mezcla de tierras para completar su transformación de descomposición. Tiene múltiples beneficios, ya que es fácil de hacer con cierta cantidad voluminosa de residuos de comida, como huesos, carne, pollo y con alimentos que se echaron a perder en el refrigerador: “La fermentación bokashi usa una mezcla llamada Microorganismos efectivos (bacteria lactobacillus, bacteria fototrópica y levadura) y algunas plantas escamosas, como salvado de trigo.” Se puede comprar o se puede hacer en casa siguiente este enlace:
El objetivo es eliminar todo el aire que hay en los residuos de comida, manteniéndolos cubiertos de cualquier acceso de aire. Bokashi funciona anaeróbicamente, por lo que es importante que se mantenga en un contenedor con una tapa. En las siguientes semanas, mantén una capa del salvado y de los restos en una cubeta hasta llenarla. Déjala reposar durante un par de semanas hasta que los microbios dejen de fermentarse, y entonces podrás combinarla con la tierra.