Hace unos meses en México se desató una importante polémica por la discusión de la Ley General de Agua. Esta ley fue criticada por expertos por ser privatizadora (como el consecionar el abasto del agua municipal), privilegiar los criterios de mercado en su uso y distribución, además de proteger a las grandes empresas como las mineras (la ley no permite ningún estudio independiente del agua sin permiso de la Conagua, por ejemplo).
La discusión finalmente fue detenida, en parte por la presión social pero también por las votaciones del pasado junio que provocaron el cambio de representantes en la cámara baja. Aunque la discusión pareciera varada, de momento, muchas organizaciones sociales y comunidades indígenas están preocupados por que el tema se retome tal como se proponía.
En un consenso sin antecedentes al menos 450 académicos, científicos, organizaciones de la sociedad y comunidades indígenas elaboraron una propuesta de ley la Iniciativa Ciudadana para el Agua que parte del concepto del agua como un derecho humano básico y de un cuidado al medio ambiente. Miles de personas se están uniendo para que las autoridades discutan esta iniciativa hecha por expertos, y no una que continúa con un modelo privatizador (que por la devastación ambiental y la poca redituabilidad social es obsoleto.)
En este interesante análisis hecho por la Red Ambiental Mexicana puedes ver las diferencias entre la Ley General de Aguas propuesta por el presidente de México Enrique Peña Nieto y la elaborada por cientos de ciudadanos con conocimiento de años en la materia.
Si estás interesado en unirte a la exigencia para que los políticos tomen en cuenta esta iniciativa ciudadana puedes firmar aquí.
Twitter de la autora: @anapauladelatd