Tomar té no solo es un ritual que relativiza el paso del tiempo; es también una práctica sumamente sana porque, como mínimo, ingerir agua caliente te relajará inevitablemente e hidratará. Aunque el té propiamente viene de la planta de este nombre, este concepto se ha extendido culturalmente a la preparación de todo tipo de infusiones con agua caliente.
Anteriormente te habíamos recomendado las cáscaras de algunas frutas para variados e inesperados usos; hoy te compartimos uno novedoso con la cáscara de piña. Se trata de un té cuya preparación es más que simple. Lo único que deberás hacer es cortar la cáscara en trozos medianos y hervirlos en agua natural; una vez hervida el agua, vierte el líquido caliente y tómalo.
Además del exquisito sabor agridulce, no creerás las propiedades de este té. Te enlistamos algunas: