Lo primero que se puede decir con respecto a la lechuga y a la mayoría de las verduras de hoja verde es que son bajas en calorías.
Son una fuente importante de folato (vitamina B9), esencial para aquéllas mujeres que planeen tener hijos o ya estén embarazadas, esto es debido a que se sabe que ayuda a prevenir defectos congénitos.
Aunque en menor medida, también aporta vitamina C, la cual no sólo tiene propiedades antioxidantes sino que participa en la formación de los glóbulos rojos, huesos, dientes y colágeno.
También contiene, según la variedad, beta carotenos y antioxidantes que auxilian en la prevención de enfermedades degenerativas, entre las que se incluye el cáncer y la aterosclerosis. En este punto es útil recordar que las verduras cuanto más oscuras (verdes) más cantidad de beta carotenos tienen.
Es ideal para incorporar en dietas de adelgazamiento o de bajo valor calórico.
También se cree que la lechuga produce un efecto sedante en el organismo, por lo que se la suele recomendar para calmar estados nerviosos y para inducir el sueño.
Asimismo, se la considera facilitadora de la digestión y un gran depurativo gracias a su alto contenido de agua y potasio.
Twitter del autor: @lucia_mtz93